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El Covid llevó más inmigración a Florida. Luego los narcos abrieron nuevas rutas de drogas

El sur de la Florida, en especial el área de Miami, vive un “boom” de nuevos residentes llegados desde muchas partes del país. Este hecho impactó sobremanera en el mercado local de drogas. La DEA advierte que los carteles se disputan nuevas plazas para responder a esa demanda en medio de la epidemia de opiáceos que azota al estado.


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El cuartel general de la Administración de Control de Drogas de Estados Unidos (DEA, por su sigla en inglés) para la División de Miami pasa desapercibido entre las decenas de edificios que lo rodean en la ciudad de Weston, en el condado de Broward. El enorme complejo de torres se asemeja más a un campus universitario que al fortín de la mayor agencia antinarcóticos de la nación.

Por estos días los agentes de la DEA en Miami trabajan para revertir la epidemia opioides más letal del país que salió de control matando a más de 100 mil estadounidenses en la última década.

Convertida Florida en una “zona cero” de consumo y venta de drogas en Estados Unidos, hace una década las farmacéuticas inundaron el mercado local con cientos de millones de opioides. Ahora son los carteles mexicanos quienes trabajan para satisfacer la demanda de los adictos conforme el precio del fentanilo y la metanfetamina se abaratan.

“Lo que estamos notando es que los narcotraficantes mexicanos se están centrando en la metanfetamina y el fentanilo, a pesar de que Florida, en general, ha sido un mercado para la cocaína“, dijo el Agente Especial Asistente a Cargo Daniel Escobar de la División de Campo de la DEA en Miami en una entrevista con el Proyecto Itemp.

Para Escobar, un veterano agente con más de 20 años en lucha contra el narcotráfico, lo que está ocurriendo en el país y en Florida, particularmente, es consecuencia de muchos factores, algunos de carácter global. Sin embargo, en el caso de Miami como “urbe dominante” del estado, las advertencias desde la DEA son inquietantes.

“He estado en Miami durante mucho tiempo, desde los años setenta. Vi la afluencia de la década de los ochenta cuando todos los edificios estaban construidos, pero no había nadie aquí. Esto es casi cíclico. Está ocurriendo otra vez. Vemos los edificios, sabemos qué está pasando y estamos apuntando a eso”.

Este texto se deriva de una larga entrevista con el agente Escobar en la sede de la División de Miami de la DEA. Ha sido editada y condensada para mayor claridad.


(Foto/ Hal Gatewood)

P. Después de la peor crisis de salud global por el Covid-19 tenemos cantidades históricas de píldoras falsas de fentanilo en las calles de Miami y todo el país, ¿ustedes esperaban este repunte tan grande?

R. Cuando comenzó la pandemia, sabíamos que las organizaciones de narcotraficantes iban a empezar a cambiar su metodología. Así que tuvimos que adaptarnos a eso, pero hemos visto un gran aumento de los carteles mexicanos empujando la venta de fentanilo, concentrándose estrictamente en las píldoras de fentanilo y la metanfetamina. En particular, no esperábamos ver eso.

-La DEA reveló que las muertes por sobredosis con opioides aumentaron más del 30 % entre 2019 y 2020, ¿en qué lugar está Florida con respecto a otros estados de la nación?

-De acuerdo con las estadísticas de Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC, por su sigla en inglés) en 2019, Florida está clasificada entre los estados con los índices más altos. Por ejemplo, entre 2018 a 2019 la prueba de sobredosis aumentó en casi 35%. Entonces, aunque todavía no tenemos nuevas las estadísticas oficiales de los CDC, esperamos un aumento para el año 2020.

– ¿Hay una diferencia particular en la forma en que se mueve el mercado local de drogas en Miami o Florida en general, con otros estados del país?

-Lo que estamos notando es que los narcotraficantes mexicanos se están centrando en la metanfetamina y el fentanilo, a pesar de que Florida, en general, ha sido un mercado para la cocaína. Incluso, mientras hablamos hoy, la mayor droga que vemos llegar al sur de la Florida es la cocaína. Así que, ha cambiado el mercado, ha cambiado la forma en que las cosas suceden en este estado, pero en todo el país hemos visto un aumento en el fentanilo y metanfetamina. Sólo para dar un ejemplo al respecto: en 2009 comprar una libra de metanfetamina en Florida costaba alrededor de $ 30.000 en la calle.

-Eso es un montón de dinero…

-Sí, pero actualmente, en 2021, comprar una libra de metanfetamina cuesta 3.200 dólares. Así que es una operación fácil de oferta y demanda. La demanda aumenta, la oferta aumenta, los precios bajan. Así es la prevalencia de la metanfetamina en el sur de la Florida.

La cocaína es la droga más consumida en Florida, la segunda son las metanfetamina (Foto/Gautier Salles-Unsplash)

-La ciudad de Miami ha vivido un auge de nuevos residentes desde otros estados del país en los últimos meses, sobre todo, luego de la pandemia. ¿Estos patrones de migración afectaron en algo la demanda de drogas en Florida?

-Ha cambiado el mercado. Cambia como la demografía. Cuando vemos una afluencia de personas del noreste del país hacia el sur, en este caso hacia Florida. La heroína era muy importante en Nueva York y en otros estados del noreste. Así que cuando estás entrando en el sur de la Florida o en cualquier otro lado del estado, traes ese mercado, y los cárteles mexicanos buscan adaptarse.

Mapa del sur de la Florida (Google Map)

A medida que la gente viene de otros estados u otras partes del mundo, traen sus productos. Los (carteles) mexicanos, que estaban recibiendo y movilizando la mayor parte del material a través de la frontera, comenzaron a traer el fentanilo, metanfetamina y otras sustancias, al sur de la Florida. A Orlando, por ejemplo, porque tenían una gran afluencia de personas provenientes del noreste del país.

– ¿Qué tiene de atractivo la ciudad de Orlando para los carteles?

Orlando es la capital del problema de heroína en la región de Florida, pero no sólo los carteles mexicanos van a entrar allí en el negocio de esa droga. Diferentes cárteles se están centrando en la metanfetamina y el fentanilo. Obviamente, creo que es por su precio y la disponibilidad.

Así que tienes a los carteles cubanos, dominicanos, puertorriqueños, los cárteles sudamericanos en su conjunto, detrás de este negocio. Los mexicanos producen la mayor parte, pero todos están entrando o tratando de entrar en nuevos mercados. Están dejando el noreste para venir aquí. Están entrando en el Medio Oeste estadounidense hacia el sureste. Estamos viendo una afluencia de enormes cantidades de metanfetamina, fentanilo, de píldoras falsas. Todo eso está sucediendo debido a la migración, debido a todo ese movimiento.

-Además de los carteles latinoamericanos en el sur de la Florida, ¿los asiáticos están operando en esta zona, carteles provenientes de China?

-Cada región en la que opera la DEA los agentes tratan con diferentes cárteles. En el sur de la Florida son mayormente sudamericanos, caribeños, mexicanos, pero tenemos carteles asiáticos. En Nueva York tratan con muchos más asiáticos que nosotros, al igual que en Los Ángeles y San Francisco. Ellos ven mucho más del lavado de dinero de estas organizaciones porque están llevando sus opiáceos a estas regiones. Los vemos aquí, sólo que no en una gran escala.

Estas redes tienen distribuidores en diferentes puntos del país, se están expandiendo. Los asiáticos empezaron en California, ahora tienen gente en Nueva York. Lo que están haciendo es moverse por la costa este. Así verás un gran bolsillo en Washington DC, luego otro en Atlanta y estamos viendo uno aquí en el sur de la Florida. Los asiáticos están, solo que no tenemos la prevalencia como en California o el área de Nueva York, pero lo están haciendo y son grandes mudanzas.

-Usted mencionó que la gente se está adaptando a consumir fentanilo y esto impacta en el consumo. ¿La mayor parte de esta droga proviene del exterior o en la Florida ya hay capacidad para producirla?

-La mayoría del fentanilo que mencionamos proviene de la frontera. Viene en su mayoría a través de México. Nuestras investigaciones nos llevan a diferentes partes de la cadena de suministros. Hemos tenido algunos laboratorios en el sur de la Florida, pero es, sobre todo, para encapsulamiento o la prensa de píldoras donde podrían hacer 10, 20, 30 pastillas. Eso es todo lo que pueden producir. Lo que están haciendo los cárteles mexicanos es conseguir material sintético de China, traerlo a México, y producir grandes cantidades de esta droga.

¿Puede compartir algunas cifras recientes de incautaciones en Florida?

-Algunas de las incautaciones recientes de las que puedo hablar son 1.200 libras de metanfetamina en el sur de la Florida, en abril pasado. Fue el mayor decomiso de esta droga en la historia del condado de Miami-Dade.

¿Cuál es el mayor puerto de entrada de drogas en la Florida?

-Nuestro puerto más grande en el sur de la Florida es el de Miami, seguido por el Puerto de los Everglades, en el condado de Broward. Sin embargo, Aduana y Protección Fronteriza (CBP) ha visto un aumento de actividades ilegales en todos los puertos, pero basándonos en los números, Miami ha sufrido un gran aumento. Donde quiera que se mire, puertos grandes, medianos o pequeños, en la costa oeste del país verás un incremento, pero todo se trata de números. 

– ¿Cuál es el mayor problema que enfrentan como agencia antidrogas en este momento?

-Con respecto al fentanilo, los mayores desafíos son simplemente las cantidades. Estamos viendo entrar grandes volúmenes, lo que significa que hay mucha producción por parte de los carteles. Ellos están obteniendo grandes cantidades de precursores y haciendo las drogas en México para traerlas a Estados Unidos, y están obteniendo mucho de China. Cuando vemos que estas drogas entran al país es porque están sobrepasándonos y eso es un poco la parte difícil, mantener el ritmo. Los cárteles tienen dinero ilimitado, no juegan con nuestras reglas. Pueden hacer lo que quieran, así que es más difícil para nosotros cuando tienes a China permitiéndoles vender el fentanilo. Hay una gran diferencia entre el fentanilo de grado farmacéutico y el ilegal.

En abril de 2021 la DEA incautó el mayor cargamento de metanfetamina en la historia del condado de Miami-Dade (Foto/DEA)

-Son dos frentes de lucha al mismo tiempo…

-Tenemos desvíos en dos direcciones. Por un lado, el desvío de la Administración de Alimentos y Medicamentos (FDA, por sus siglas en inglés) que se ocupa del fentanilo de grado farmacéutico, que está muy regulado, y no vemos una gran cantidad en las calles. Lo que estamos viendo es el material que sale de China -para hacer drogas- y allí hay una pequeña distinción.

-Nos gustaría entender un poco acerca de los anillos de distribución, cómo funciona el negocio desde que llega la droga a Miami y luego se comercializa. Al tiempo que vemos nuevos residentes en la ciudad, parece que hay nuevas formas de distribuir la mercancía. ¿Cómo responda la DEA a esta realidad y cómo actúa la ciudadanía?

-La DEA se ha dado cuenta de nuevas modalidades para vender drogas. Obtenemos gran parte de información de inteligencia de nuestros contrapartes locales y estatales con quienes tenemos buena relación. Si algo está sucediendo en un área específica y ellos no pueden responder, porque no tienen la mano de obra adecuada, nosotros actuamos. Desafortunadamente, a veces tenemos que elegir nuestras batallas porque tenemos recursos limitados. Pero cuando atacamos, usamos todos los recursos a disposición.

El mundo del lavado de dinero es muy pequeño, y, como en el tráfico de drogas, no hay mucha gente que pueda hacerlo. Nos enfocamos en esas personas, sus redes. Luego, básicamente, lo golpearemos con cargos de lavado de dinero y por narcotráfico. Esto ha sido un éxito para la DEA, pero desafortunadamente, es un proceso largo con resultados importantes.

-Para Miami el lavado de dinero ha sido un problema histórico desde hace año.

- He estado en Miami durante mucho tiempo, desde los años setenta. Vi la afluencia de la década de los ochenta cuando todos los edificios estaban construidos, pero no había nadie aquí. Esto es casi cíclico. Está ocurriendo otra vez. Vemos los edificios, sabemos qué está pasando y estamos apuntando a eso.

Vista aérea del centro de Miami y Brickell (Ryan Parker/ Unsplash)

-Usted se refirió a las décadas de 1970 y 1980 como épocas de auge para las drogas en Miami. ¿La ciudad atraviesa hoy la misma situación, podría esto considerarse una nueva crisis?

-Yo diría que la afluencia (de drogas) es más bien una epidemia, no necesariamente una crisis. La DEA mejoró mucho, está mejor capacitada que en aquella época. Con toda nuestra experiencia hemos podido ver lo que está pasando, adelantarnos a los acontecimientos, en especial en el sur de la Florida.

Ya sea a través de diferentes campañas o saliendo a hacer fuerzas de ataque o grupos de trabajo. Una vez que empezamos a ver que hay una especie de epidemia nacional en marcha con el aumento de la metanfetamina y el fentanilo, la DEA salió atacar a los narcotraficantes con el fin de detenerlos antes de que se convirtiera en una crisis. En última instancia vamos a reducir esto, conseguir que los números vuelvan a la normalidad.

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