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Detrás de la maquinaria de dinero republicano para conquistar Florida

El respaldo de grandes donantes conservadores permitió al partido asegurar su control estos años, lo cual a partir de 2010 posicionó a Florida como uno de los estados de la nación con el mayor gasto electoral.


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Si los republicanos retoman el control de la Cámara en las elecciones intermedias, como indican las encuestas, Florida tendrá un capítulo destacado por la manera en que cientos de millones de dólares invertidos en candidatos estatales y federales estos últimos años ayudó a reforzar el control de la derecha en el Estado del Sol.

Florida puede ser el mejor diploma que tienen los republicanos para demostrar cómo un estado pendular, con un voto históricamente dividido, comenzó a partir de 2016 con la campaña de Donald Trump, a reducir distancia de los demócratas tanto que para estas elecciones hay más votantes republicanos registrados que en cualquier otro año desde que se tienen registros.

En la última década, los donantes republicanos contribuyeron con al menos 70% del total del dinero recaudado en las campañas electorales de Florida, convirtiendo algunas de ellas en las más caras del país, tanto en elecciones de medio término como en las presidenciales, de acuerdo con datos que el Proyecto Itempnews recopiló de diversos grupos de investigación que ofrecen datos sobre el dinero en la política estadounidense.

Luego de que la Suprema Corte desmanteló en 2010 una norma que limitaba la cantidad de dinero con el que las corporaciones, sindicatos, asociaciones e individuos gastan dólares para apoyar u oponerse a los candidatos políticos, el dinero hacia los partidos causó un poderoso impacto en las elecciones estadounidense a la hora de definir a un ganador. En el caso de Florida, no hay límites sobre cuánto una persona o corporación puede donar a un comité de acción político (PAC, en inglés).  

El Proyecto Itempnews compiló datos de la Comisión de Elecciones Federales (FEC, en inglés), OpenSecrets y At Transparency USA, dos grupos de vigilancia sin fines de lucro que rastrean el dinero en la política, para trazar la ruta de cómo los republicanos gracias a influyentes donantes impulsaron desde el año 2000 el ascenso del partido dentro de Florida, inyectando decenas de millones de dólares desde sus fondos nacionales hacia el Estado del Sol.

En los últimos 25 años, el Partido Demócrata de Florida recaudó $ 352 millones mientras el Partido Republicano $ 668,1 millones.

Debido al respaldo de millonarios conservadores nacionales y locales, en las industrias de seguros, finanzas, bienes raíces y casinos, los republicanos se han asegurado el poder de Florida, al contrario de los candidatos demócratas que reciben donaciones importantes de grupos de abogados, cabilderos, sindicatos del sector público estatal, teniendo que depender, a última hora, de las inyecciones de dinero nacional para impulsar sus elecciones.

El Proyecto Itempnews encontró que la mayoría de las empresas de Florida que figuran en la lista Fortune 500 han sido donantes habituales de los republicanos, lo que ayuda a entender algunas de las políticas de larga data de los gobernantes republicanos en el estado oponiéndose a regulaciones que benefician a estas corporaciones.     

Fondos sin límites

Durante años, el Partido Republicano de Florida ha sido, por detrás del estado de Maine, el segundo mayor receptor de contribuciones de la Asociación de Gobernadores Republicanos, según datos de OpenSecrets.

En algunas contiendas por el Congreso y Senado, los súper PAC y otros grupos externos republicanos gastaron más que sus propios candidatos, lo cual a partir de 2010 posicionó a Florida como uno de los estados de la nación con el mayor volumen de gasto en elecciones generales.

Marco Rubio, el senador republicano de Florida que aspira a su tercera reelección de seis años el 8 de noviembre, obtuvo su primer escaño en 2010. Ese año se convirtió en el tercer candidato del país que más dinero recaudó y gastó para obtener un puesto en el Senado de EEUU. Desde entonces, su partido no escatimó fondos para lograr que los dos senadores por el estado fueran republicanos, una meta que cumplieron en 2018.

La representante demócrata de Florida en el Congreso, Val Demings, que busca derrocar a Rubio y convertirse en la primera senadora negra del estado, ha conseguido más dinero que su adversario, $72 millones frente a $46 millones, según las últimas cifras disponible, lo que convirtió su carrera por el Senado en la tercera más cara del país en este ciclo electoral.

Sin embargo, en estas elecciones los demócratas parecen estar más concentrados en salvar a candidatos titulares en el cargo que arriesgarse con “posibilidades remotas” de una victoria cuando se trata de la campaña de Demings en Florida. En septiembre las encuestas mostraron un tímido avance de la congresista sobre Rubio. A partir de octubre todo cambió, y el republicano se muestra sólido para ganar con mayoría el 8 de noviembre.

Tal vez esto explica la razón por la cual ni el súper PAC de los demócratas del Senado ni su brazo oficial de campaña, el Comité de Campaña Senatorial Demócrata, habían gastado mucho en Demings según los últimos informes a la Comisión Federal de Elecciones, informó a finales de octubre The New York Times.

Florida versus Florida

La forma en que los republicanos han teñido de rojo Florida ha sido excepcional. No solo porque en el ámbito local controlan ambas cámaras de la legislatura desde 1998, o porque en los últimos años en ciudades importantes y cargos de elección relevantes, el partido ha obtenido victorias simbólicas. Sino porque se ha dado un repliegue gradual de los demócratas y sus grandes financistas, frustrados de perder dinero en un estado competitivo que no les da resultados.

De hecho, para estas elecciones, el gran dinero de los donantes externos se agotó casi por completo para los demócratas en Florida, de acuerdo con un informe de Político. El magnate de Nueva York, Michael Bloomberg, aportó solo $1.5 millones al partido, cuando en 2020 prometió $ 100 millones a Florida para ayudar a Joe Biden a derrotar al presidente Trump.

Pero si Bloomberg, exalcalde de la ciudad de Nueva York, o el fundador de Soros Fund Management, George Soros, son la esperanza financiera demócrata en Florida, durante varias elecciones los republicanos han contado con jugosas donaciones directas a los floridanos de importantes figuras conservadoras nacionales como Miriam y Sheldon Adelson, magnates de la industria hotelera y de casinos, Kenneth Griffin, el multimillonario inversor de fondos de cobertura y gerente de Citadel, o Robert Bigelow, un magnate de bienes raíces de Las Vegas y fundador de Bigelow Aerospace, quien es conocido por sus creencias en los ovnis y eventos paranormal.

La industria de bienes raíces, aseguradoras, abogados y cabilderos, propietarios de casinos, asociaciones empresariales y profesionales de la salud, han sido los principales donantes de los republicanos de Florida con al menos 40% del total de las recaudaciones del partido.

Esas mismas industrias, tanto a nivel local como nacional, son las que ahora están impulsando la reelección del gobernador Ron DeSantis inyectando tanto dinero que la campaña rompió el récord histórico de recaudación de fondos para un gobernador.

Para este ciclo electoral, el gobernador Ron DeSantis, rompió récord de recaudación de fondos para su reelección (Photo/Gage Skidmore)

“Muchos grupos de interés, PACs, grupos de presión y personas adineradas quieren tener acceso e influencia con el partido mayoritario en Tallahassee para tener más posibilidades de que se aprueben sus leyes, reglamentos y políticas preferidas. Dado que los republicanos han estado a cargo del gobierno estatal (tanto de la legislatura como del poder ejecutivo) desde 1998, y parece que continuarán su racha, las donaciones de campaña fluyen en grandes cantidades hacia los republicanos”, dijo Aubrey Jewett, politólogo y profesor asociado de la Universidad de Florida Central.

Desde 2014, con el presidente Barack Obama en la Casa Blanca, los republicanos han incrementado las contribuciones a sus candidatos federales en Florida. Ese año, 62% del gasto de campaña en el estado se lo llevó el Partido Republicano, cuando lograron conquistar el Senado y ampliar su mayoría en la Cámara de Representantes, muestran los datos de la Comisión Federal de Elecciones.

La victoria en 2018 de Rick Scott, el millonario gobernador saliente de Florida, que compitió por el Senado, dio a los republicanos el control de ambos de escaños en la Cámara Alta del estado por primera vez desde el Siglo XIX, según Reuters. Scott recibió cheques de donaciones ese año por $ 87,6 millones. Por el contrario, el demócrata que ocupaba el cargo desde 2010, Bill Nelson, recaudó $ 32 millones.

La de Scott hasta ahora ha sido la campaña por el Senado más cara de la historia de Florida y la segunda de la nación, un lujoso puesto que ostentaba Rubio desde 2010.

Desde 2017 hasta septiembre pasado, los candidatos a nivel estatal de ambos partidos en Florida recaudaron $608,5 millones de los cuales $ 430 millones procedían de donantes republicanos, según una base de datos de Transparency USA.

Esos montos se entienden por el valor estratégico de Florida. De allí salen 29 votos del colegio electoral; es un territorio étnicamente diverso donde los hispanos representan unos 2,5 millones de electores, además de su extensa geografía como el tercer estado más poblado de la nación.

 Si bien George W. Bush ganó en Florida dos veces, al igual que Obama, ambos lo hicieron con márgenes estrechos, pero desde 2016 hay una señal del giro hacia la derecha en el Estado del Sol por la forma en que Trump ganó allí, por 1 punto en 2016 y 3 puntos en 2020, recordó Richard Lowry, editor en jefe de la conservadora National Review y colaborador de Politico Magazine, en una columna de opinión. 

Durante gran parte de la temporada de campaña este año, la reelección de DeSantis estaba por sentada, según las encuestas de RealClearPolitics. No solo porque el republicano se ha convertido en una estrella en ascenso dentro de su partido, sino por su enorme capacidad para recaudar fondos dentro y fuera del estado, al ser visto como un candidato presidencial republicano de primer nivel en 2024.

DeSantis ha participado en seis contiendas para cargos públicos desde 2012, ganando cinco de ellas. En toda su carrera política ha recaudado unos $275 millones, muestran datos de OpenSecret, pero ha sido esta campaña por la reelección la que le ha asegurado más dinero que nunca. Mientras en 2018 recaudó $ 60,1 millones para llegar a la gobernación, hasta finales de octubre de 2022 contaba con $ 195 millones para quedarse con el cargo, nueve veces más que su retador demócrata a la gobernación, Charlie Crist.

La campaña de reelección de DeSantis ha sido respaldada por al menos 42 multimillonarios y miembros de familias multimillonarias, informó el Sarasota Herald-Tribune. Los donantes provienen de 15 estados y 17 de ellos apoyaron a DeSantis en 2018.

“Finalmente, sí, el factor dinero ha sido una razón importante por la que los republicanos han ganado tantas de las últimas elecciones reñidas y una de las razones por las que los demócratas están perdiendo influencia. El dinero no es la única razón por la que un candidato o partido gana una elección, pero es uno de los recursos más importantes, y el partido o candidato que recauda y gasta más dinero gana la mayoría de las elecciones”, agregó el profesor Jewett.

El caudal de dinero de los republicanos en Florida no proviene directamente de los donantes locales, muestran los datos, sino de grupos industriales nacionales y familias millonarias conservadoras de distintos estados del país que responden al llamado de auxilio de los comités para impulsar a prominentes candidatos.

Los Adelson, los magnates de la industria hotelera y de casinos, han sido los principales donantes individuales republicanos en Florida, seguido de donantes tradicionales del partido como la empresa de entretenimiento Walt Disney Co. con sede en Orlando; Blue Cross Blue Shield of Florida, la compañía aseguradora, o la U.S. Sugar Corporation, el mayor productor de caña de azúcar del país con sede en Clewiston, Florida.

Disney es el empleador más grande de Florida a través de su parque temático y resort Walt Disney World en Orlando, pero luego de que la empresa dijera que trabajaría para derogar la “Ley de Derechos de los Padres en la Educación”, que los críticos llaman “Don’t Say Gay”, y DeSantis cancelara los distritos especiales independientes que tenía Disney, los republicanos temieron que el dinero dejara de fluir, pero una cosa es el partido y otra el gobernador.

Para el ciclo electoral 2022 en Florida, la compañía ha donado $605,000, la mayoría para favorecer al Comité de Campaña Senatorial Republicana de Florida, según At Transparency USA. En marzo Disney anunció que dejaría de hacer donaciones de campaña en el estado luego de la polémica en torno a la legislación de derechos de los padres.

La inclinación hacia una Florida más conservadora estos últimos años, puede tener sus raíces en muchos factores, y en el que coinciden los estrategas políticos y académicos, es que los republicanos se trazaron un norte de conquistar el estado, y pueden haberlo logrado.

A los republicanos les gustaría que Florida se convirtiera en un “Estado rojo” republicano fiable, en lugar de uno morado, “porque quieren que se aprueben sus políticas conservadoras, no tener que gastar tanto dinero en el futuro para ganar las elecciones y que Florida contribuya a los votos electorales presidenciales republicanos, al control del Senado y la Cámara de Representantes y al dominio continuado en Tallahassee”, dijo el profesor Jewett.   

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